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La población de la región rinde culto a sus muertos a partir del 29 de octubre.
Xalapa, Ver.- El Festival de Catrinas es una tradición en el municipio de Misantla que año con año es realizado el 29 octubre como parte de los festejos de “Todos Santos”, para motivar a las nuevas generaciones a continuar con el culto a los muertos, una práctica arraigada en los municipios veracruzanos a los que cada región le imprime su cultura y costumbres.
El diputado por el distrito de Misantla, Heber Alan Carballo Salazar, conjuntamente con Marco Antonio Domínguez Hernández y sus amigos apoyan la organización del festival, que cada vez tiene más participantes que con alegría, colorido y creatividad dan vida a esa fiesta del pueblo.
Este 2016 se realiza el VI Festival de Catrinas y ante la nutrida participación, los organizadores otorgarán premios en tres categorías. El principal requisito es el respeto a la tradición mexicana para evitar que la celebración de los Fieles Difuntos sea contaminada con otras costumbres que nada tienen que ver con las creencias, religiosidad y cultura mexicana.
La convocatoria emitida desde esta semana está dirigida no sólo a los habitantes de Misantla, sino también a otros municipios del país, e indica que habrá premios en efectivo para los tres primeros lugares en las categorías: infantil, catrinas libres y calaveras.
Los tres primeros lugares obtendrán un premio de 8 mil pesos; segundos lugares, 5 mil pesos y el tercero, 2 mil 500 pesos.
El diputado Alan Carballo Salazar destacó que Misantla es un municipio rico en tradiciones y cultura, por lo que este evento da la oportunidad de disfrutar los altares con flor de cempasúchil, deliciosas ofrendas, promover a grupos artísticos y obras de teatro.
Es la ocasión para degustar la gastronomía propia de la temporada, destacan los tradicionales tamales estilo misanteco, las frutas originarias de la región como plátano, naranjas, licor de nanche, así como el dulce de calabaza, yuca, jamoncillo y platillos derivados del maíz y frijol, elaborados con fervor para que los difuntos lleguen a disfrutar los manjares que más les agradaron en vida.