El periodismo mexicano se encuentra hoy de luto. Este 25 de diciembre, a los 92 años, falleció Don Manuel Montiel Govea, uno de los grandes exponentes de la comunicación en el país. Su partida marca el fin de una era en la que la integridad, el compromiso y la pasión por el oficio de informar definieron no solo su carrera, sino también su vida.
Nacido en Villa de González, Tamaulipas, y criado en El Mante, Don Manuel Montiel Govea fue un hombre que encontró en el periodismo su verdadera vocación. Durante más de seis décadas, dedicó su tiempo y esfuerzo a la tarea de transmitir la verdad y construir puentes de comunicación entre las instituciones y la sociedad. Su obra trascendió el ámbito local y regional, para posicionarse como un referente a nivel nacional, consolidándose como una figura respetada en el panorama informativo del país.
A lo largo de su prolífica carrera, Don Manuel desempeñó varios roles importantes, destacando principalmente como jefe de Comunicación Social en diversas administraciones estatales y federales. También dejó huella en la diplomacia, al colaborar en la Embajada de México en Italia, un testimonio de la confianza que sus superiores depositaron en su profesionalismo. Sin embargo, más allá de sus logros institucionales, lo que realmente distinguió a Montiel Govea fue su vocación pedagógica y su capacidad para formar a nuevas generaciones de periodistas.
Muchos de los que tuvieron la suerte de trabajar a su lado lo describen como un mentor generoso, siempre dispuesto a compartir su sabiduría y a transmitir los valores fundamentales del periodismo: ética, responsabilidad y respeto por la verdad. En un mundo en el que la comunicación a menudo se ve empañada por intereses oscuros, Don Manuel fue un fiel defensor de los principios que hacen grande al periodismo: la honestidad y la imparcialidad.
Su legado se extiende más allá de los periódicos y las instituciones en las que trabajó. Son innumerables los periodistas que hoy siguen sus pasos, guiados por las enseñanzas de quien les enseñó a ver la profesión como un verdadero compromiso con la sociedad. Para ellos, y para todos los que lo conocieron, la partida de Don Manuel deja un vacío profundo, pero también una luz que ilumina el camino hacia el futuro.
En la intimidad… En estas fechas decembrinas, tan cargadas de sentimientos y recuerdos, la noticia del fallecimiento de Don Manuel Montiel Govea nos invita a reflexionar sobre lo que realmente importa en la vida.
La Navidad, un momento para la reunión familiar, la reflexión y la esperanza, también es un tiempo para honrar a quienes nos han dejado un legado. En medio de los festejos y las tradiciones, es necesario recordar a aquellos que, con su esfuerzo y dedicación, dejaron huella en el mundo que conocemos.
Don Manuel, con su pasión por el periodismo y su amor por la palabra, se convierte en un ejemplo de lo que significa entregar la vida a una causa mayor. Y aunque su presencia física ya no esté entre nosotros, su influencia perdurará en la memoria colectiva, como una enseñanza constante sobre el poder de la comunicación y el impacto que una vida bien vivida puede tener en la sociedad.
Que su partida nos recuerde la importancia de valorar a aquellos que, con su ejemplo, nos enseñan a ser mejores, a ser íntegros y a nunca dejar de luchar por la verdad.
En estos días de Navidad, cuando el corazón se llena de emociones, nos queda la gratitud por todo lo que Don Manuel Montiel Govea nos dio: su conocimiento, su integridad y, sobre todo, su humanidad.
Descanse en paz, Don Manuel.
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