👉 Han sido víctimas de robos y tocamientos por parte de adolescentes.
👉 «Ya no hay respeto desde casa, los niños viven encargados y vemos situaciones desgastantes, los niños se la vivían en la calle a las 11 de la noche con la pandemia, tengo el reporte de 18 mujeres molestadas, les jalan el pelo, les hacen cosas y luego las roban, se amontonan entre 10 y 11 de la noche», refirió la maestra Pilar Núñez.
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Por: Manuel Gmarttz / MRLNews-MegaRedLatina
ALTAMIRA, TAM.- El paso de la pandemia cambio la vida como se conocía hasta hace un par de años, muchos adolescentes tuvieron que pasar de las clases presenciales a una vida en cuatro paredes, sin la supervisión de sus padres, muchos optaron por formar pandillas en las esquinas de sus cuadras, es así como el Sector Las Haciendas, uno de los más peligrosos de la urbe industrial, ha dado paso a la conformación de «ninis» pandilleros.
El terror se apodero de los vecinos del Fraccionamiento Haciendas 1, especialmente las mujeres jóvenes quienes en los últimos dos años han sido víctimas de robos y tocamientos por parte de adolescentes que están fuera del control de sus padres, señalo la maestra Pilar Núñez, residente en este sector.
«Ya no hay respeto desde casa, los niños viven encargados y vemos situaciones desgastantes, los niños se la Vivian en la calle a las 11 de la noche con la pandemia, tengo el reporte de 18 mujeres molestadas, les jalan el pelo, les hacen cosas y luego las roban, se amontonan entre 10 y 11 de la noche», refirió.
Dijo que han ocurrido diversos señalamientos por parte de las féminas, sin embargo no se puede hacer nada, pues los menores tienen sus mañas, incluso hay vecinos que salen a trabajar pero tienen cámaras y cuando van a cometer los asaltos a los transeúntes que regresan del trabajo, les cortan la luz para que no queden grabados los hechos delictivos, quitándoles lo que traigan entre sus pertenencias.
«Aquí hasta por menos de 80 pesos te roban, te quitan el celular o lo que traigas, se ponen entre la calle España con C20 y Lisboa, no hay vigilancia, la policía nos tiene abandonados, no hacen rondines, hasta el vigilante de la colonia tiene miedo, solo pasa a las 11 de la noche y da una sola vuelta», recalco la representante de los colonos.
Piña refirió que reunió las firmas de sus vecinos para que les restablezcan el alumbrado público, pues además de la inseguridad que se vive por parte de las pandillas, un vecino que se dedica a soldar, estaba robándose la luz con un diablito desde uno de los postes de alumbrado público y mientras realizaba soldadura salió una chispa, sobreviniendo el apagón.