*** Dicha calle está cerrada desde hace más de dos meses, debido a obras que ahí se realizan, pero los trabajos van demasiado lentos.
Por: REDACCIÓN.
NUEVO LAREDO, TAM.- La calle Campeche, en la cuadra 2300, sigue cerrada desde hace más de dos meses debido a lentos trabajos de obras de drenaje.
A pesar de la severa afectación económica que esto ha generado en los comerciantes locales, el Gobierno Municipal realizó el sábado una «Campechaneada», de la avenida Guerrero a la Lerdo de Tejada, dejando a los afectados de la calle Campeche fuera del evento.
La situación para los establecimientos en esta área, mayoritariamente restaurantes, es crítica. Los negocios han reportado una disminución en sus ventas que varía entre el 50 y el 70 por ciento.
Este desplome en la clientela se ha hecho sentir especialmente en el restaurante Mijitos, donde los empleados han señalado que el cierre de la calle ha reducido su flujo de clientes en un 50 por ciento durante el horario de comida.
Un empleado de Mijitos expresó su frustración: “Lo que hacemos es que los clientes llamen, ordenen y pasen a recoger, o bien usen la aplicación Didi Food. Además, si nos visitan, el estacionamiento está disponible detrás de lo que era el salón Mirage”.
A pesar de estos esfuerzos, el impacto económico sigue siendo significativo. La preocupación no se limita solo a Mijitos. Otros comercios en la zona han enfrentado una caída de hasta el 70 por ciento en sus ventas, lo que ha llevado a muchos a solicitar públicamente el apoyo de la ciudadanía a través de redes sociales.
Estos comerciantes han hecho un llamado a la comunidad para que continúen visitando sus establecimientos y apoyen la economía local en este difícil momento.
Los empresarios han pedido urgentemente a la presidenta municipal, Carmen Lilia Cantú Rosas Villarreal, que acelere la conclusión de las obras para permitir la reapertura de la calle y reactivar el flujo de clientes.
El contraste entre la festividad programada y la dura realidad que viven los comerciantes locales pone de relieve una desconexión preocupante entre las autoridades y las necesidades de la comunidad.
La esperanza de los afectados es que se tome en cuenta su situación y se actúe rápidamente para mitigar el impacto económico que están sufriendo.