Por Manuel Grajeda Torres, Miriam Guadalupe Carrillo Rodríguez, Clara Ibet Juárez Vázquez, integrantes del Departamento Académico Aparatos y Sistemas de la Facultad de Medicina, de la Universidad Autónoma de Guadalajara.
El estreñimiento se presenta de diferente forma de persona a persona, puede ser definido como una dificultad para evacuar heces fecales (excremento) duras o poca frecuencia en defecar (3 veces por semana) y que afecta la calidad de vida de la persona; existen varias causas que lo puedan desencadenar, comúnmente dependerá de los malos hábitos alimenticios, medicamentos prescritos y la actividad diaria, por ejemplo el bajo consumo en fibra (frijoles, almendras, lentejas, pistachos, coco, frutos rojos, verduras y frutas en general), no beber la suficiente cantidad de agua y el sedentarismo; el estreñimiento se puede presentar hasta por 3 meses.
Comúnmente este tipo de problema se resolverá en el lapso de unas semanas con tan solo modificar estos factores.
El estreñimiento por más de tres meses (incluso años en algunas personas) puede estar relacionado a pequeños sangrados, imperceptibles a simple vista, por lo que la sangre entre las heces no es común y mucho menos es normal, por lo que tiene que ser buscada mediante estudios específicos.
Más que alarmarse o preocuparse, debe ser motivo suficiente para poner atención y acudir con el médico para una evaluación más a fondo; se toma en cuenta edad, sus hábitos alimenticios (consumo abundante de carnes rojas, carnes procesadas, alimentos ricos en grasa y bajos en fibra, alto consumo de alcohol), peso (si existe sobrepeso u obesidad), enfermedades de base (como diabetes mellitus tipo 2) o el consumo de tabaco. Son factores de riesgo y se debe realizar un estudio de laboratorio de las heces fecales económico, no invasivo y sencillo llamado “prueba de sangre oculta en heces”, la cual consiste en una reacción química en heces que detecta incluso el mínimo sangrado.
¿Qué pasa si detectan sangrado oculto?
El estreñimiento y los micro sangrados en las heces más los factores de riesgo mencionados anteriormente: están altamente relacionados con el crecimiento anormal de células como los tumores de colon. Estas tumoraciones pueden crecer y avanzar por el intestino grueso o incluso hacia otros órganos; en etapas tempranas no producen síntomas, por lo que es importante prestar especial atención si se presentan algún síntoma y/o factores de riesgo son detectados para recibir el tratamiento oportunamente. Una prueba complementaria es una “colonoscopia con toma de biopsia”, dicho estudio, aunque incomodo, es muy importante y más preciso para detectar este tipo de tumoraciones, en él se basará el diagnóstico definitivo y el tipo de tratamiento.
El cáncer colorrectal es una enfermedad caracterizada por el crecimiento descontrolado de células en cualquiera de las cuatro porciones del colon o del recto. El colon también conocido como intestino grueso, conforma la última porción del intestino que consta de cuatro porciones: ascendente, transverso, descendente y sigmoides; se encarga absorber algunos nutrientes, agua y almacenar los desechos de los alimentos consumidos diariamente. El recto, es la última porción de este intestino grueso, y es el encargado de guardar las heces para posteriormente ser excretadas por el ano.
La mayoría de este tipo de tumoraciones crece lentamente en años, y en México y el mundo el cáncer colorrectal representa el 4to. cáncer más frecuente. Es responsable de 700 000 muertes al año. A lo largo de los años se ha observado que la media de edad de presentación paso de los 59 años a los 30 años en la actualidad, principalmente ligado a factores de globalización y facilidad de acceso a comidas procesadas, rápidas y un estilo de vida más ajetreado, con mayor inversión de tiempo en el trabajo y menos en la selección y preparación de alimentos. La página de registro estadístico Globocan muestra que en México y Estados Unidos después de cáncer cervicouterino, en incidencia le sigue el cáncer colorrectal, por ejemplo, en México (10.6: 100 000) y EUA (25.6: 100 000).
Por eso es de suma importancia poner especial atención en los síntomas como diarrea, estreñimiento, heces más delgadas acompañadas de sangre, heces más oscuras o dolor al defecar.
El cambio de hábitos hacia una vida más saludable es la mejor manera de PREVENCIÓN para muchas enfermedades y evitar el cáncer colorrectal. Las recomendaciones son las siguientes:
• Actividad física: realizar con regularidad al menos 30 minutos cualquier deporte.
• Cuidar peso: Evitar el sobrepeso, obesidad y el exceso de grasa alrededor de la cintura.
• Evita el consumo excesivo de alcohol
• No fumar
• Cuidar la alimentación: Aumentar el consumo de fibra al consumir más verduras, frutas y granos integrales. Reducir el consumo de carne roja (cordero, cerdo, res, hígado). Disminuir el consumo de alimentos ahumados, fritos o muy cocidos.
• Realizar pruebas de detección con su médico.
Estas pautas son sugeridas de manera imperativa a partir de los 50 años sin factores de riesgo, cuando el médico lo indique o a cualquier edad si se tienen factores hereditarios o enfermedad inflamatoria intestinal.