Xalapa de Enríquez, 25 de septiembre de 2016.
A la opinión pública nacional:
El estado de Veracruz está viviendo una crisis política, económica y social que no tiene paralelo en su historia.
La crisis tiene un responsable y un origen: Javier Duarte de Ochoa y su incapacidad e irresponsabilidad para gobernar.
Ante las evidencias que señalan un saqueo sin precedente en la historia del país, el CEN del PRI, la PGR, el Senado de la República y la Cámara de Diputados se han pronunciado por iniciar acciones legales en contra de quienes resulten responsables, particularmente en contra del aún gobernador del estado.
No obstante que he expresado y hoy reitero, que asumo la responsabilidad del resultado electoral adverso de la contienda política en la que participé como candidato a gobernador en junio pasado, es insoslayable el impacto que los actos de corrupción y desgobierno de Javier Duarte de Ochoa tuvieron en el resultado electoral de este año. Con este motivo, el dirigente nacional de mi partido, Enrique Ochoa, exhortó a que el PRI recupere la confianza ciudadana castigando ejemplarmente a los corruptos.
Acorde a este llamado, diversas voces de nuestro partido, la mía entre ellas, nos hemos pronunciado por la expulsión del PRI de Javier Duarte de Ochoa.
A las graves acusaciones que pesan sobre su persona, se suma el hecho que, durante la campaña electoral de este año, fue evidente su inclinación por impulsar la votación a favor de otro partido político y consecuentemente de otro candidato al gobierno del estado, por lo que su expulsión significaría, simple y llanamente, regularizar su nueva afinidad política.
El proceso en donde se analizará la suspensión de sus derechos partidistas culminará el próximo lunes. Con ese motivo, he recibido numerosas llamadas de militantes, dirigentes de sectores y organizaciones del PRI de mi estado, así como de presidentes municipales, diputados locales y federales del PRI de Veracruz, para informarme que están siendo coaccionados para firmar un desplegado en respaldo a Javier Duarte.
Dicho respaldo, por venir de la amenaza, del chantaje y de la coacción, carece de cualquier vínculo moral.
Ese manifiesto no posee ni el valor del papel en el que está firmado.
Pido, en mi carácter de senador de la República y Consejero Político del PRI, que el partido desautorice públicamente este acto desesperado.
Que intervenga ante nuestros militantes para darles la certeza de que no están solos.
Que haga prevalecer la independencia, la rectitud y la dignidad de los priístas veracruzanos y que garantice su integridad, física y moral.
Que mande una señal categórica, clara e inmediata al casi millón de veracruzanos que nos dieron su confianza en el pasado proceso electoral, en el sentido de que no avalamos los actos desesperados, el encubrimiento, la irresponsabilidad, ni la inmoralidad que, tristemente, se aferra a una cada vez más frágil libertad.
Que se valore el lunes con toda objetividad y sin presiones la calidad moral del gobernador de Veracruz y se defina si ese es el PRI que queremos o si estamos dispuestos a decir claramente que no somos rehenes de nadie.
Que impere la ley y la libertad.
Que imperen los ideales que dan vida al partido.
Veracruz no merece otra cosa.
Por lo anteriormente expuesto:
Primero.-Solicito a los integrantes de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria de PRI que procedan a valorar responsablemente cada uno de los elementos que están a su alcance para proceder a la suspensión de los derechos partidistas de Javier Duarte de Ochoa, por, incumplir la plataforma política que postula nuestro partido, y por faltar a los principios de probidad, transparencia y rendición de cuentas.
Segundo.-Se hace un exhorto respetuoso a la PGR a fin de que concluya conforme a derecho, y con la celeridad que la ley permita, la investigación en contra de Javier Duarte de Ochoa y demás funcionarios públicos, presuntamente involucrados.
Lic. Héctor Yunes Landa
Senador de la República por Veracruz y Presidente de la Comisión Anticorrupción y Participación Ciudadana.