* “La SHCP afirmaba que los cambios en la facturación serían muy sencillos, pero fue una vil mentira”: Pedro Portillo
Por: Isaac MOLINA ZAPATA
TAMPICO, TAM.- Pequeños comerciantes siguen cerrando sus negocios debido al acoso de que son objeto por parte de las autoridades, pues por un lado tienen que cumplir con disposiciones del IMSS y dependencias municipales, pero lo que los asfixia son los innumerables cambios que tienen que realizar en cuanto al pago de impuestos federales.
Así lo dio a conocer el coordinador nacional de la Confederación Nacional de Comerciantes y Prestadores de Servicios de la República Mexicana (Conacopse) sr. Pedro Portillo Barona, añadiendo que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) los tiene prácticamente ahogados por tantos cambios que ha habido en el llenado de facturas, principalmente.
Recordó que cuando la Secretaría de Hacienda inició una serie de reformas en las que se registró al SAT a los pequeños comerciantes en el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), la autoridad aseguró en ese entonces que dichos cambios serían muy “sencillos” y que los contribuyentes no necesitarían de algún especialista (contador) para poder llevar su contabilidad, lo que fue una vil mentira pues lejos de simplificar las cosas, ahora se complican más con los nuevos sistemas de facturación, como la llamada 3.3.
“Cada día se pone más complicado estar al día en los impuestos, por tantos cambios que ha habido, el comercio en pequeño no puede llenar todos los requisitos como una empresa grande y el problema está que las multas son parejas, para el grande y para el pequeño. Si no cumple uno con esos requisitos o cometemos una equivocación por ignorancia, tenemos multas que acaban con el comercio en pequeño”, detalló.
Recordó que fue la misma autoridad hacendaria la que aseguraba que sería muy sencillo cumplir con las disposiciones fiscales, “nosotros como Conacopse siempre hemos pedido que se nos ponga una cuota fija, con 100 pesos que nos cobraran a cada comercio; porque nos exigen facturación cuando los grandes almacenes como bodegas en la capital de la República, en Chinconcuac y en Moroleón, no nos entregan factura, y cómo quieren que facturemos nosotros, además de que es muy complicado para nosotros emitir facturas”.
Portillo Barona destacó que la organización a la que pertenece a nivel nacional sigue pugnado porque la SHCP dé marcha atrás en algunos aspectos de la nueva facturación electrónica, “algunas cosas son buenas, porque está bien para el comercio grande, para quienes mueven millones de pesos, no para el comercio en pequeño,
Por último, reiteró la postura de la Conacopse además de exigir que el SAT obligue a los grandes comerciantes a expedir facturas, “ya que el acoso que sentimos del SAT es insoportable, primero porque la economía del país está muy mal, las ventas bajas, por eso hay tantos desempleados, porque se están cerrando muchos negocios, a veces no tiene uno ni para los gastos y aparte tenemos que pagarle a un contador y a un especialista en Internet”.