Por: REDACCIÓN.
NUEVO LAREDO, TAM.- La tarde del jueves, la presidenta municipal Carmen Lilia Canturosas acaparó todas las miradas durante su tercer informe de gobierno, pero no precisamente por sus logros administrativos.
La alcaldesa deslumbró con un lujoso atuendo que no ha pasado desapercibido entre la ciudadanía, en un momento en que el descontento por el mal estado de las calles y los servicios públicos es palpable.
Canturosas asistió al evento con una blusa de la prestigiosa marca Silvia Tcherassi, modelo Rebeca Jacket Cobalt, valorada en mil 490 dólares (aproximadamente 29 mil 55 pesos). Este detalle no hizo sino profundizar la molestia de los neolaredenses que ya han expresado su descontento con la administración actual.
Varios ciudadanos expresaron su malestar en declaraciones directas. María González, residente de la colonia Los Fresnos, comentó: “Es una burla ver a la alcaldesa con estos lujos mientras nuestras calles están llenas de baches y el suministro de agua es irregular. Parece que la austeridad solo es para el pueblo, no para ella.”
Otro ciudadano, José Hernández, añadió: “Es triste y frustrante que nuestros impuestos se usen para que la alcaldesa se vista con ropa carísima. La gente aquí está luchando para llegar a fin de mes, y ver el derroche que hace con el dinero del pueblo es una verdadera afrenta.”
“Es una falta de respeto que la alcaldesa se vista con ropas de diseñador mientras los ciudadanos sufrimos por calles en mal estado y servicios públicos deficientes,” comentó Eduardo Martínez, un residente de Nuevo Laredo. “Ella debería ser un ejemplo de austeridad, no un símbolo de lujo inalcanzable.”
No es la primera vez que Canturosas enfrenta críticas por sus lujosos atuendos. Desde el inicio de su administración, ha sido vista usando un reloj Cartier y joyas de alto costo, lo que ha suscitado el rechazo de muchos.
“Es indignante ver cómo se gasta en joyas y ropa de marca mientras la ciudad se deteriora,” señaló María González, otra vecina de la ciudad. “El contraste entre su vida de lujo y la realidad de la mayoría de los neolaredenses es simplemente inaceptable.”
El uso de estos lujosos accesorios y prendas de diseñador, en medio de una situación crítica en términos de infraestructura y servicios públicos, ha generado una creciente ola de descontento. La presidenta municipal parece alejada de las realidades y preocupaciones de los ciudadanos a quienes se supone debe servir y proteger.
En un contexto donde la administración local se enfrenta a múltiples retos y quejas, la ostentación de lujo por parte de sus líderes solo agrava el sentimiento de injusticia entre la población. Los neolaredenses esperan que, más allá de los atuendos y los accesorios, la gestión de Cantú Rosas se enfoque en resolver los problemas que afectan diariamente a la comunidad.
Esta situación plantea una pregunta fundamental sobre la desconexión entre la administración municipal y las verdaderas necesidades de sus ciudadanos.
Mientras la alcaldesa continúa con su estilo de vida glamuroso, la ciudadanía exige respuestas y acciones concretas que reflejen un compromiso real con el bienestar de Nuevo Laredo.
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